martes, 18 de agosto de 2009

LIXIVIADOS

La materia orgánica presente en los residuos sólidos urbanos (RSU), se degrada formando un líquido contaminante, de color negro y de olor muy penetrante, denominado lixiviado. Además, este líquido arrastra todo tipo de sustancias nocivas: Se han encontrado hasta 200 compuestos diferentes, algunos de ellas tóxicos y hasta cancerígenos. La humedad de los residuos y la lluvia son los dos factores principales que aceleran la generación de lixiviados.


El adecuado tratamiento de estos líquidos tóxicos debe ser parte fundamental de la gestión de los RSU. Si no se controlan adecuadamente, los lixiviados pueden contaminar los suelos y las aguas superficiales y subterráneas. Como se trata de un proceso contaminante que se produce de manera lenta, sus efectos no suelen percibirse hasta varios años después.

Hace unos años, cuando los vertederos no contaban con sistemas de control, los lixiviados se convirtieron en una fuente más de contaminación medioambiental. Por ello, los vertederos de basuras deben incorporar balsas impermeables y sistemas de canalización y de control que eviten la fuga al entorno y permitan el posterior tratamiento de los residuos, es en esta instancia que el proyecto de construcción de una planta piloto de un sistema DAF (Flotación Por Aire Disuelto) ayuda en gran medida a minimizar el daño ambiental generado por este tipo de contaminantes.
Los residuos sólidos que se pueden generar en el proyecto del DAF, corresponden inicialmente al tratamiento primario de cribado, desarenado y sedimentación inicial y a los lodos decantados y flotados por el sistema, los cuales se colectan en tolvas o tanque para su tratamiento, los cuales pueden ser:
· Mediante el tratamiento a través de microorganismos (biotecnología) que degradan o digieran algunas sustancias complejas presentes en ellos y como subproducto podemos obtener lodos más densos y sustancia simples mas asimilables por los ecosistemas.

· Otra opción es deshidratarlos en filtros prensa, con lo cual pasan a ser residuos sólidos y dependiendo del grado de mineralización y su composición, pueden ser o no biodegradables.

· La otra alternativa es enviarlos a deshidratar en lechos de secado y previo a una caracterización se evalúa su disposición como peligrosos o no, biodegradables o no.



En cualquier caso, los consumidores también pueden contribuir a minimizar este problema, asumiendo prácticas ecologistas como las famosas tres erres (reducir, reutilizar y reciclar).

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